Salarios del basket no se corresponden con la realidad
Los salarios que ofrecen a los jugadores muchos de los equipos dominicanos de baloncesto no se corresponden con la realidad de mercado de los eventos en los cuales participan.
Así vemos como los equipos y sus ejecutivos terminan incumpliendo esos compromisos de pagos a jugadores, cuando no endeudados para cumplir con éstos.
En el afán de ganar, los directivos de muchos clubes del baloncesto dominicano hacen ofertas a los jugadores las cuales no son capaces de cumplir, a la espera que la suerte los ayude a honrar tales compromisos.
Esa práctica, que por lo general termina en el mencionado incumplimiento de los equipos, ha hecho que los clubes de baloncesto en el país, en sentido general, hayan caído en un gran descrédito ante los jugadores y sus agentes.
¿A quien se le ocurre pensar que en un torneo que cobra 50 pesos por boleta, cuya comercialización general no llega al millón de pesos, algún club pueda pagarle a un jugador, digamos que 20 mil ó 18 mil pesos por cada juego?
Eso se da en el torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional, donde los clubes tienen cinco años que no reciben ingresos por concepto de boletería.
Si el espectáculo no puede pagar actores de cierta cotización, sencillamente, los promotores del mismo no deberían contratarlos, so pena, de incurrir en pérdidas o incumplimientos. Tan sencillo como eso.
Peor en el interior
El asunto en el interior del país, en los llamados torneos provinciales, todavía es peor.
En esos torneos hay jugadores dominicanos que devengan salarios sobre los 20 mil pesos por juego y refuerzos de hasta mil dólares por juego. ¡Increíble!
Lo peor del caso es que todo el mundo sabe que los fondos que cubren esos pagos no son generados por el espectáculo y a veces tienen una procedencia “non santa”.
Así, por ejemplo, un jugador dominicano, de los llamados estelares en el país, pero que ni siquiera son tales en la selección nacional, aspira a que un club, de una localidad distinta a la cual él reside, le pague entre 15 mil y 20 mil pesos por sus servicios; más gastos de combustible o transporte; más alojamiento; más tres y hasta cinco mil pesos semanales en alimentación.
Si el jugador agota un calendario de 20 juegos, termina teniendo un costo superior a los 400 mil pesos para ese club. ¡Y es un solo jugador!
Los torneos del interior tienen la ventaja que la cotización de la mayoría de los jugadores que actúan en ellos es baja. En cambio, en el torneo del Distrito Nacional coinciden jugadores con una cotización mucho más alta que aquellos y entonces eso provoca una incómoda situación para los ejecutivos del basket capitalino.
Tope salarial
Entre las soluciones que podrían plantearse en el baloncesto de La Capital está la creación de un tope salarial. Ya sea por nómina o por jugador. A mí, particularmente me gusta más la segunda, por jugador, haciendo una calificación o tipificación de jugadores, tomando por base o parámetro su participación con el equipo nacional, el nivel de la liga de su procedencia.
Sin embargo, para lograr efectividad en una medida como esa debe existir plena honestidad sobre el particular en los ejecutivos de los equipos. Eso se alcanzaría cuando de una vez por todas entiendan esos ejecutivos que ellos y sus equipos son parte de una sociedad, de un negocio en el cual cada equipo es un socio.
Para concebir eso hace falta tener un grado de profesionalidad tal que el fanatismo que a veces se advierte entre los ejecutivos de los equipos no tenga cabida.
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