El Kobe más 'jordaniano' mete a los Lakers en su tercera final de la 'era Gasol'
Los Lakers jugarán su tercera final en tres temporadas desde que Pau Gasol llegara al equipo gracias a un Kobe que volvió a exhibir el juego más parecido a Michael Jordan que nunca se ha visto y a un gran Ron Artest. Los Suns se fueron con honor y los Celtics ya esperan.
Los Lakers decidieron la serie en el sexto partido en el US Airways Center, un pabellón en el que habían caído estrepitosamente en las dos últimas ocasioens. Las razones fundamentales fueron tres: por fin supieron atacar la zona, circulando el balón, dividiendo cuando era necesario y metiendo balones dentro para que Gasol u Odom pudieran distribuir y hacer daño; la buena actuación de Ron Artest, descomunal en ataque en la primera mitad, anotando de todas partes; y el jugador más parecido a Michael Jordan que haya existiedo jamás: Kobe Bryant.
La estrella de los Lakers ha jugado la mejor serie de playoff de su carrera y nos dejó detalles incontables, grandes canastas contra todo y contra todos en los momentos más difíciles, acciones que sólo podría firmar MJ23. Para cerrar el partido, una cesta pisando la línea de tres con Grant Hill defendiéndolo de una manera magnífica, una canasta que sacó el "¡oooooh!" del público rival, tan fastidiado por la derrota propia como por la magnificencia de lo que acababa de ver.
No ha habido un solo jugador en la NBA que haya sido digno de la etiqueta de 'jordaniano' tras la retirada de Su Alteza Aérea. Kobe lo merece. No ha habido en una cancha de baloncesto nadie tan parecido a él. Sus partidos se cuentan por exhibiciones. Es una leyenda en activo.
Aun a pesar de todo ello, los Lakers pudieron perder este partido. Tras una soberbia primera parte en la que Ron Artest ofreció su mejor versión, en el tercer cuarto todo parecía decidido: una gran canasta de 'Ron-Ron' (la última que metería) a 15 minutos del final ponía el marcador en 67-85, más 18 para los de Phil Jackson.
Todo sobre Pau Gasol
Pero con todo controlado ocurrió lo inesperado: Goran Dragic anota una canasta, se va hacia Sasha Vujacic a picarlo y éste responde sacando el codo. Antideportiva de tipo uno. Es evidente que, después de la salida de Vujacic de la selección eslovena el pasado verano, sus compañeros de selección no tienen muy buena opinión de él. Dragic lo ha manifestado públicamente. El pique pudo costarle caro a los L.A.
Y es que a raíz de esa acción Dragic se creció (seis puntos seguidos) y los Suns cerraron un parcial de 12-2, y se metieron los jugadores y el público en el partido.
Así, Phoenix llegó a ponerse a sólo tres puntos (96-99 a 2:19 del final). Pero desde ahí, los Lakers anotaron 12 puntos, nueve de ellos de Kobe Bryant, que inundó de magia el pabellón, pusieron el punto y final a esta bella historia que unos Phoenix Suns nobles y valientes han ayudado a engrandecer.
Pau Gasol, en un partido malo en ataque y más que correcto en defensa (Stoudemire acabó con 9/20 en tiros, aunque sumó 13 tiros libres), confirmó su infalibilidad desde que se viste de púrpura y oro: tercera final en tres temporadas. Una vez más se demuestra que su llegada a Hollywood cambió la historia de la franquicia.
Kobe: "Los Celtics probarán cuánto hemos crecido"
Kobe Bryant, estrella de los Lakers junto a Pau Gasol, se mostró prudente tras sellar el pase a la final de la NBA, donde esperan unos Celtics que "probarán" el crecimiento del equipo californiano y que ya jugaron "extremadamente bien" en la final de hace dos años, ganada por el equipo de Boston.
"Veremos cuánto hemos madurado. Ellos nos enfrentaron extremadamente bien en la final hace un par de años. Ahora es una prueba para ver cuánto hemos crecido", señaló Bryant tras el encuentro, que cerró con nueve puntos en los dos últimos minutos.
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