Los Celtics enseñan a los Lakers la diferencia entre los niños y los hombres

Se atribuye a Larry Bird la frase que dice que las Finales de la NBA separan a los niños de los hombres. Si la reflexión es suya, Bird estaría orgulloso de 'sus' Boston Celtics: ante un Kobe de nuevo empeñado en pisar la sombra de Jordan, los verdes jugaron como se le exige al que quiere ser campeón de la NBA.
Dureza, mentalidad, ganas, pasión, determinación, valentía, grandeza, generosidad... El idioma castellano permite ampliar casi hasta el infinito la retahíla de adjetivos positivos que se puede aplicar a los Boston Celtics en este partido, y prácticamente ninguno podría adornar la actuación de todos los muchachos de púrpura que anduvieron enfrente en la cancha excepto el que lleva el número 24.
Si la frase que dicen que acuñó Larry Bird define como ninguna la realidad de lo que son unas Finales de la NBA, los Boston Celtics enseñaron dolorosamente a los Lakers la diferencia entre niños y hombres.
Y es que desde el comienzo, el marcador era algo secundario. Las sensaciones eran claras: los Celtics jugaban unas Finales, los Lakers disputaban sólo un partido de baloncesto. Poco a poco, aunque el marcador reflejaba cierta igualdad siempre dentro de un terreno positivo para Boston, los 'Orgullosos Verdes' sacaron la sábana de esos fantasmas que decían que habitaban el viejo Boston Garden y devoraron a sus rivales anticipándose en cada balón y peleando en cada acción.
La víctima número uno fue Pau Gasol, que en la primera parte se vio cohibido ante la defensa de Kendrick Perkins, a quien no atacó ni una sola vez al poste. Cuando Bynum faltaba, el español se empequeñecía ante un jugador que hizo un gran trabajo.
Así las cosas, con más seis al descanso, los Boston Celtics hubieran resuelto el encuentro en el tercer periodo de no ser por un jugador sublime, líder hasta el extremo: don Kobe Bryant, que metió nada menos que 19 puntos seguidos en los ocho primeros minutos del tercer periodo, 17 sin fallo alguno. Una exhibición que merece todas las alabanzas, pero que demuestra más que nunca que en este juego nadie discute la hegemonía de un bloque sobre la de un jugador. Ya podía Kobe ser Michael Jordan redivivo, y a fe que a brochazos lo pareció, que nunca hubiera podido ganar el encuentro. Los Celtics circulaban, trabajaban, remaban. Sólo había una dirección común. El dato es demoledor: Celtics, 21 asistencias; Lakers, 12.
Mientras Paul Pierce tiraba de su equipo dando un recital de juego ofensivo, la defensa de los Lakers era un barco lleno de fugas, un desastre sólo achacable al empequeñecimiento de todos los jugadores que no se llamaban Kobe Bryant. Por eso, el punto 19 de esa serie para la leyenda le servía a Kobe solamente para que su equipo perdiera por nueve. La diferencia llegó a 13 (71-58 a 15 minutos del final).
Sin embargo, sin saberse muy bien cómo, a seis minutos del final los amarillos se acercaron a seis puntos: 81-75. Tiempo muerto de 'Doc' Rivers y, seguidas, dos canastas de los Celtics intercaladas con dos pérdidas de los Lakers. Esos 42 segundos acabaron con el partido.
TODO SOBRE PAU GASOL
¿Qué pasará ahora? Es difícil saberlo. Si los Lakers no son capaces de rehacerse anímicamente parece complicado que puedan ganar los dos partidos que le quedan, por mucho que vuelvan al calor del hogar en el Staples Center. De cómo sepan cambiar su mentalidad dependerá todo. Ahora, los Celtics se sienten los amos del mundo. Como el típico equipo de adultos abusones que no tiene piedad de un grupito de chavales..
Pau Gasol: "Nos levantaremos en Los Ángeles, estoy seguro"

Pau Gasol no se desanima, a pesar del duro palo que ha sido la derrota en el quinto encuentro de la serie. El español se mostró optimista de cara a los dos partidos que quedan en Los Ángeles y reconoció que no estuvo "nada bien".
"Tenemos que ganar el sexto partido como sea"
"Ha sido una derrota dura tras un partido duro, pero tenemos que se positivos y tratar de sacar adelante los partidos de Los Ángeles", dijo Pau Gasol a la conclusión del partido buscando el lado positivo de la dolorosa derrota en Boston.
Pau Gasol no quiso poner paños calientes a su gris actuación, y reconoció que no jugó un buen partido: "Me ha costado mucho entrar en juego. No he estado bien, nada bien. En la segunda parte, algo mejor, pero no, no me voy contento".
"No he estado bien, nada bien"
Lo que tiene claro el de Sant Boi es que Los Angeles Lakers tienen que ganar o ganar el sexto partido "como sea": "La mentalidad es proteger nuestra pista y jugárnosla en el séptimo partido".
"Estoy seguro que este equipo va a dar un paso adelante. Somos perfectamente capaces de ganar los dos partidos del Staples", avisó el ÑBA.
"La mentalidad es proteger nuestra pista y jugárnosla en el séptimo partido"
Sobre el 2-3 en la serie favorable a los Celtics el español quiso ver el vaso medio lleno: "Al principio de temporada si nos hubieran dicho que si ganamos dos partidos en casa, somos campeones lo hubiésemos firmado, así que tenemos que ser optimistas".
"Tenemos que estar confiados y responsabilizados de la situación en la que nos encontramos para sacar el próximo partido adelante. Nos levantaremos en Los Ángeles, estoy seguro", analizó con optimismo.
"Hay cosas de las que prefiero no hablar mucho porque son cosas que no puedo controlar"
"Encontraron la manera de ganar el partido. Son un buen equipo", dijo Pau Gasol alabando el juego de los Celtics.
En lo que no quiso entrar fue en el tema arbitral: "Hay cosas de las que prefiero no hablar mucho porque son cosas que no puedo controlar".
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