Bynum dice que tiene la rodilla "como un balón", pero que jugará

La rodilla derecha de Andrew Bynum, la que lo mantiene renqueante todos los playoffs y le llevó a jugar sólo 12 minutos en el cuarto partido, sigue siendo una tara importantísima para el jugador, pero aun así anuncia que jugará el quinto.
"Tengo la rodilla como un balón de baloncesto", declaraba el jugador tras el último entrenamiento, pero aun así lo dejó claro: "Voy a jugar el quinto partido. Y voy a jugar duro".
El jugador reconoce, además, que la situación que atraviesa es "frustrante". Dice que el dolor no es un problema, pero sí que sus músculos no le están respondiendo. De nuevo se le ha drenado la rodilla y se le ha extraido líquido, pero su situación no hace sino empeorar.
Phil Jackson: "Estoy pensando en ponerle electrodos a Odom"

El bajísimo rendimiento de Lamar Odom en las Finales de la NBA no pasa desapercibido para nadie, y menos para Phil Jackson. El técnico de los Lakers ha bromeado en la previa del quinto partido sobre su jugador.
PHIL JACKSON
"Hace dos años Lamar lo pasó mal en las Finales, y tiene que romper esa barrera mental"
La prensa angelina le preguntó sobre cómo reactivar a Lamar Odom: "Estoy pensando en ponerle electrodos, algo que realmente sea un estímulo para él", señaló, centrándose en su actuación en el cuarto partido. "Estuvo incómodo [en el cuarto encuentro] cuando recibió un par de hachazos, pero cuando Garnett se fue Davis también fue a por él, y todo fue creciendo como una bola de nieve", señaló, en declaraciones que recoge 'Los Angeles Times'.
Un monumento al equipo de baloncesto

John Hollinger, periodista de ESPN, colgó en su web una lista con, a su juicio, las 50 mejores actuaciones personales en la historia de las Finales. Su selección se basó en tres criterios: relevancia, momento del partido o de la eliminatoria y obstáculos a superar, ya sea lesiones, rivales, etc.
La histórica actuación de Michael Jordan en el quinto encuentro de la final del 97 ante Utah en el entonces Delta Center, el famoso flu game, partido de la gripe, es la mejor. MJ metió 38 puntos y jugó 44 minutos. Estaba enfermo. La de Magic Johnson (en el sexto de las Finales del 80, cuando jugó de base-pívot frente a los Sixers en ausencia de Jabbar y terminó con 42+15) y la de Worthy (triple-doble en las del 88 ante los Pistons, 36+16+10) completan el podio.
Entre los diez mejores, según Hollinger, no hay ninguna de un jugador de los Celtics, la franquicia con más títulos de la NBA, 17, lo que no deja de ser curioso. Aparecen Jordan, tres veces más, Duncan, Karl Malone, Isiah Thomas y Wade. Esto, que podía herir la sensibilidad de cualquier seguidor de Boston, es un piropo. Sin quererlo hizo un monumento al equipo de baloncesto, el que viste de verde, como ayer lucía la estatua de Red Auerbach.
Hollinger obvió entre su top-10 el día que Bill Russell metió 30 puntos y cogió 40 rebotes en el séptimo de las Finales del 62, en la misma serie en la que el Laker Elgin Baylor había hecho 61+22 rebotes. O la actuación de Larry Bird en la eliminatoria por el anillo del 86, cuando promedió un triple-doble ante los Rockets. Algún partido de matrícula de honor tuvo que hacer el 33. Antes, en el 84, en un encuentro jugado a 37 grados en el Boston Garden, Bird había conseguido 34+17. Boston siempre tuvo un plus, fue mucho más que sus leyendas, pero no merece tanta amnesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario